El pasado 20 de agosto, luego de siete años y 1.753 entradas, Lawrence Lessig anunció que dejaría de publicar en su blog.
Una mala noticia, ya nos habíamos acostumbrado a leerlo regularmente. Las razones las pueden encontrar en su último post (Announcing the hibernation of lessig.org/blog).
Sus razones explicadas están. Pero también es cierto que la bandera que enarbolaba se va razgando ante la evidencia empírica. Dos casos puntuales: La industria de la prensa en la que ya se ha descartado la gratuidad absoluta y la propiedad common y ahora la industria de la música, en la que se avecina un retorno incontenible a las ofertas de antaño (incluidos los LP) debido a la crisis que atravieda este sector.
La industria está tratando de revitalizar el viejo concepto de álbum. Las grandes discográficas
(Sony, Warner, Universal y EMI) y Apple, llevan meses trabajando en nuevos formatos q ofrezcan contenido extra y que atraiga a más compradores (Coctel sería el nombre del producto) debido a que no habría otra manera de frenar el impacto negativo de las descargas gratuitas online.
Vamos a ver. No es que van a desaparecer, pero probablemente las estrategias comerciales se dirijan a ofertas mixtas, que exijan exclusividad (software propietario tal vez)
Lo cierto, es que como va el tema, ni siquiera los que portan la bandera de Lessig se libran. El pasado mes de julio ni un sólo artista (indie o no indie) logró vender más de 100.000 copias de un disco en USA …(www.IPI.org)
Si algo hay constante en el sector tecnológico, es el cambio, un permanente proceso de selección. Por lo q hay q cuidarse de las verdades absolutas y someter todos los supuestos a una saludable «duda sistemática». Tal vez éste sea el hábito recurrente.
«Nadie se baña dos veces en un mismo río», diría Lessig tentando algo innovador en un tema que sí podría ampliar la permanencia de sus propuestas, en el difícil mercado de las ideas: La acción política.
La experiencia enseña: Difícil crear militancia y activismo sobre causas q tienen una lógica económica: El valor, la utilidad, el costo y sobretodo la escala orgánica sobre la atomización de las demandas.