Si algo ha desaparecido en los últimos tiempos del mundo real es la discusión dogmática. La otrora confrontación de ideas políticas, con su propuesta de mundos ideales según se viera desde la derecha o izquierda, ha sido dejada de lado por una retórica más o menos insulsa sobre la mejor forma de administrar la cosa pública. Salvo algunos alucinantes proyectos, encabezados por el Chavismo venezolano y sus satélites latinoamericanos, la nueva arena política es tan entretenida como bailar con la hermana. Mejor.
Pero el ciberespacio es otra cosa. Aquí se discuten con profundidad algunos tópicos que hace unos lustros estaban reservados para otras realidades. Mientras que en el mundo real tenemos practicidad aquí encontramos dogmática, si allí desinterés aquí participación y frente a la apatía en el metaverso se actúa con pasión.
Prueba de ello son dos de los últimos posts del blog de Lessig (Et tu, KK? (aka, No, Kevin, this is not «socialism» y On «socialism»: round II), que nos dejan una interesante polémica con Kevin Kelly, de la cual participaré humildemente desde este pequeño rincón. El tema es sugerente, aunque ignoro cuál sea su utilidad: ¿Es la web 2.0 socialista?
Kelly sostiene en un artículo publicado en Wired (The New Socialism: Global Collectivist Society Is Coming Online), que la fiebre mundial para conectar a todos con todos es una versión revisada del socialismo. Para Kelly los aspectos comunitarios de la cultura digital son profundos y amplios. Wikipedia es un ejemplo notable de un colectivismo emergente. Proliferan los sitios de colaboración como Digg, StumbleUpon, The Hype Machine y Twine, los cuales sugieren un movimiento constante hacia una especie de socialismo sintonizado con un mundo en red.
En este socialismo en lugar de granjas colectivas, nos reunimos en mundos colectivos. En lugar de fábricas estatales, tenemos fábricas de escritorio conectados a cooperativas virtuales. En lugar de compartir brocas, picos y palas, se comparten aplicaciones, scripts y APIs. En lugar de politburós sin rostro, tenemos una meritocracia sin rostro, donde lo único que importa es hacer las cosas. Si las masas poseen los medios de producción, contribuyen hacia una meta común sin salario y sin gozar de los frutos de su esfuerzo ¿No es razonable decir que es socialismo?
Lessig discrepa y cree que por el contrario web 2.0 no es socialista (Et tu, KK? (aka, No, Kevin, this is not «socialism») y On «socialism»: round II). Considera que El núcleo del socialismo es la coacción (justificada o no). El núcleo de las conductas que Kelly celebra es la libertad.
Lessig mete mano a un clásico -nada menos que a Adam Shmith-. Señala, el objetivo de Smith era tanto entender el papel del mercado como explicar la provisión de los bienes públicos. Sólo se puede comprender el papel del mercado en un contexto de bienes públicos y un asunto de vital importancia es cómo una sociedad los produce.
Smith estuvo fascinado por los bienes públicos (no rivales y no excluyentes, como los economistas conceptuaron más tarde), pero que no fueron creados por cualquier actor central como el Estado, sino por las acciones voluntarias de los individuos. Lo que Smith estaba señalando no es razonable llamarlo socialismo, debido a que el socialismo utiliza el poder del Estado para obtener un resultado que de otro modo no habría sido sostenido voluntariamente por las personas.
Lessig cree que no es momento de hacer una redefinición lúdica de un término que tiene un sentido claro y particular. Lo que quiera que el «socialismo» pudo haber sido si no hubiera sido secuestrado por las revoluciones en el Este es intrascendente, pues el significado del término no es lo que es hoy Wikipedia.
Ignoro si nos encontramos ante una discusión trascendente, en realidad muy pocas lo son, pero no cabe duda que es interesante. Hace unos días conversaba con Enrique Pasquel con ocasión de la presentación del libro «El impacto de las innovaciones tecnológicas en el Derecho Privado«, precisamente sobre este tópico. Anotábamos, como algunas posiciones antagónicas en otros escenarios -los derechos de propiedad reales específicamente- no lo son tanto en la Red, donde austriacos y neo marxistas parecen coincidir.
Jorge del Prado (1910-1999), miembro del Partido Comunista Peruano, definió al socialismo como la «socialización de los medios de consumo para liberar a los hombres de la explotación» (HILDEBRANT, Cesar. Cambio de palabras. 2008). Es difícil, atendiendo a su concepto clásico, calificar a Internet como socialista. El hecho que se produzcan una serie de desarrollos colaborativos no afecta en esencia el hecho de que la web siga siendo capitalista. Lo que está en manos de los usuarios, son algunos insumos y el producto del proceso productivo, pero los medios de producción no son colectivos. Bajo este esquema no es posible definir a la web 2.0 como socialista. Punto para Lessig.
Aca falta una buena definición de socialismo. Desde mi punto de vista, el socialismo implica que socialización de los medios de producción entre los trabajadores. Es a eso lo que apuntaba Marx cuando sostenía que la explotación en el capitalismo era causada por la propiedad privada de los medios de prouducción. En ese sentido, proyectos como wikipedia, o muchos de los proyectos de software libre calzan perfecto dentro del concepto de socialismo. Lessig, que es estadounidense, responde diciendo que la web no es socialismo sobre la premisa de un error, compartido por todos los estadounidenses: que socialismo es igual a autoritarismo. La que fue autoritaria fue el modelo sovietico del socialismo, otras propuestas, como el anarcosocialismo, más libertarias, no han tenido oportunidad de llegar a ningún gobierno. Desde mi punto de vista me parece interesante que se debata estos temas. Saludos!
Un tema bien arduo de tratar, pero está bien interesante. En realidad pocas personas profundizan en ver mas allá de los monitores. Saludos
Creo que lo que Lessig intenta apuntar es que lo que diferencia a la web 2.0 del sistema socialista es el nivel de participación voluntaria que existe en cada modelo de producción. En el socialismo, el individuo no tiene otra opción que la de someterse al colectivismo y la socialización de los medios de producción. En la web 2.0., sin embargo, el individuo elige voluntariamente participar en proyectos colaborativos como wikipedia. Esa libertad es la esencia de su desarrollo: solo participan activamente quienes le asignan un valor a su participación dentro de esta red. El sistema permite que, perfectamente, alguien pueda mantenerse al margen de esta fiebre 2.0. y licencie estrictamente todo su contenido por lo que no hay coerción algún a adoptar el modelo.
Hay algo que creo que se pierde de vista, dos cosas:
1. En mi opinión, el Internet es una herramienta. Y para lo que más sirve es para mantener conectada, informada, comunicada a la gente (y producir y difundir los mismos productos culturales e informativos para esto).
Esto de por sí es un hecho revolucionario y puede facilitar la formaición/organización de cualquier plan o esquema político. Ya sea desde mantener conectados a los de Sendero Luminoso, o permitir a los jóvenes de Irak reportar por Twitter en tiempo real las verdades de la guerra.
2. De qué sirve que Wikipedia o el software libre existan si es que no devienen en la producción de una ganancia de bienes que se repartan igualitariamente entre los autores? Si bien la producción industrial ya no es el motor de la economía, sino la producción de ideas, no hay duda de que lo económico sigue siendo la base de todo. De todo orden social o político.
Entonces, pues, llame como se le llame, socialismo o etc. Si no altera en nada las bases materiales, pues, no altera nada radicalmente (más sí, obviamente, en el campo cultural, lo cual podría cambiar todo lueeego). Mas no nada radicalmente. Los ricos siguen siendo menos. Los pobres siguen siendo más. Cuando cambie algo en eso, podría recién hablarse de palabras mayores.
Lo alucinante de Internet, creo, es permitir comunicación y conexión, lo cual es un pilar importante para la democracia y toma de decisiones… y paradójicamente esto va desde un grupo terrorista hasta una asociación cristiana mundial.
De cómo se use esta conectividad dentro de todo el huayco de información y cada vez más creciente publicidad dentro de Internet dependerá cuán «democrático» sea. Como se habla en el post más reciente.
Pero qué paja no? La realidad de que las personas no estén tan atomizadas sino conectadas a nivel mundial con total libertad, despierta, de hecho, el más status quo de los temores.
Un punto también interesante son las consecuencias de esta comunicación, ya que, en teoría y en algunos puntos, el escenario pensado por Marx, los requisitos para una revolución comunista esto es, se estarían dando ahora más que nunca. Y esto simplemente recordando dos hechos: la brecha entre ricos y pobres aumenta cada vez más, y las tecnologías de la información hacen posible una comunicación casi sin límites a nivel mundial.
Me pregunto si en algún momento las masas de los más explotados lleguen a tener acceso a Internet y la preparación suficiente para usar la red más allá de Facebook y Hi5. Esa sí sería una verdadera revolución.
Pd: ala, he escrito mucho… se nota que no tengo chamba hoy? jijiji
Jorgejhms, en realidad aplicar categorías desarrolladas en el s. XIX a lo que ocurre en Internet del siglo XXI es complicado y poco útil pero como dije en la entrada interesante. Creo que debí matizar eso de punto para Lessig. Considero que efectivamente el autoritarismo y socialismo no van necesariamente de la mano, pues mientras que el primero es una forma de gobierno el segundo es la primera fase de la sociedad comunista. El hecho que todos los regímenes socialistas (como el soviético) hayan devenido en regímenes autoritaristas es otra cosa. Pero insisto, creo que si detrás de algunos de los modelos «colectivistas» están Google o Yahoo no podemos hablar de socialismo 2.0.
De acuerdo con lo ultimo que dices. yo no pondria a facebook o twitter en esa lista. Más me emocionan proyectos como Creative Commons o el desarrollo del software libre, iniciativas que van más por la creación colectiva de ciudadanos antes que corporaciones con redes sociales.
Tres palabras: Lógica del capital.
Internet es solo una nueva forma de consumismo, es como decir q tenemos más posibilidades de escoger pero siempre bajo un determinado perimetro.
Las denuncias en blogs, twitter,entre otras, son una forma de «oxigenar» el sistema. Las personas se pueden quejar todo lo que quieran (ahora se les provee de los medios para hacerlo), puede haber incluso denuncias q se tumben a algunos politicos importantes pero no se llega a producir EL CAMBIO necesario ¿Por qué? Es simple, muchos comentaristas de blogs, y bloggeros incluso, no pasan de la REACCIÓN a la ACCIÓN.
Piensen en eso.