Es difícil emplear conceptos acuñados en el pasado para describir los actuales procesos sociales. Creo que es precisamente lo que ocurre con el término socialismo para aplicarlo a algunos fenómenos de Internet. Hace unos días realizamos una breve crónica (¿Es la web 2.0 socialista?) de la discusión que mantenían Lawrence Lessig y Kevin Kelly respecto de si Internet es socialista. Coincido con Kelly cuando señala que muchos de los esfuerzos de lo que hoy en día llamamos web 2.0 son colectivos y por tanto podrían presentar algunas similitudes con un modelo de organización colectivista o cooperativo. Sin embargo, considero que Lessig tiene razón, aunque discrepe con su análisis político, respecto que Internet no es socialista. Sobre el particular el comentario que hace Miguel Morachimo a la entrada me parece de lo más acertado.
En la misma línea, destaco otro comentario al post. Lupi nos dice que «…llame como se le llame, socialismo o etc. Si no altera en nada las bases materiales, pues, no altera nada radicalmente (más sí, obviamente, en el campo cultural, lo cual podría cambiar todo luego). Mas no nada radicalmente. Los ricos siguen siendo menos. Los pobres siguen siendo más. Cuando cambie algo en eso, podría recién hablarse de palabras mayores.«
Ignoro cuál es la carga de profundidad que tiene el comentario de Lupi, pero en esencia vale para entender que la posición de Kelly es una versión descafeinada de socialismo, pues la existencia de estructuras comunitarias organizadas no es suficiente para calificar a la web 2.0 como socialista. Me valdré para ello de algunos ejemplos.
En el artículo de Kelly en Wired (The New Socialism: Global Collectivist Society Is Coming Online) que utilicé para contraponer su tesis a la de Lessig, se hace una cronología moderna del socialismo, en ella aparecen diversos hitos del socialismo 2.0 como Blogger, Wikipedia, Facebbok y Twiter junto con la Revolución de Octubre o la Revolución cubana. ¿Son en realidad socialistas modelos como Wikiedia o Facebook?
Wikipedia es una de esas raras historias en las que el postre termina siendo más importante que el plato de fondo. En el 2000, Jimmy Wales lanzó Nupedia, una enciclopedia en línea alimentada por artículos de especialistas no remunerados y un proceso de revisión entre pares. Como el proyecto avanzaba lentamente se creó un wiki para agilizar la creación de artículos. La historia siguientes es conocida Wikipedia se tragó a Nupedia que dejó de funcionar en el 2003.
Sin embargo, lo importante en este extremo no es determinar quien tiene la capacidad de colaborar en el desarrollo del sitio, sino cuál es el modelo de gestión. Veremos otro ejemplo.
¿Quién no se acuerda de GeoCities? GeoCities (antecedente de redes como Facebook, MySpace y de plataformas de blogs como Blogger y WordPress) era un servicio gratuito de webhosting fundado en 1994 como Beverly Hills Internet (BHI). Originalmente, los usuarios seleccionaban un «barrio» en el cual alojaban su página web de acuerdo con su contenido. En enero de 2000 Yahoo! compró GeoCities por 4 millones de dólares, lo gestionó fatal y sus ciudadanos migraron masivamente a plataformas más amigables. Nueve años después de su compra Yahoo anunció el cierre definitivo de GeoCities (So Long, GeoCities: We Forgot You Still Existed) y que sus archivos serán eliminados de los servidores. Se veía venir, hacía tiempo que GeoCities era un pueblo fantasma.
¿En qué se parecen Wikipedia y GeoCities? En que ambos son -eran- gratuitos. ¿Qué los diferencia? Que en Wikipedia los niveles de participación escalan hasta la cabeza y en Geocities como hoy en Facebook, MySpace o Blogger el sitio era -es- administrado por una empresa bajo patrones de dirección capitalistas. No es lo mismo hablar de un bien común que tener cerveza gratis.
David Bollier en onthecommons.org (When Web Communities Become Ghost Towns) señala algunas cosas interesantes sobre cuándo nos encontramos ante un bien común o ante una iniciativa empresarial. Muchas empresas desarrollan sitios de acceso libre, porque esa es la dinámica del mercado, es la forma para atraer una mayor audiencia y la forma obtener mayores ingresos por publicidad.
No olvidemos que en muchos de estos esquemas la razón de ser del site es hacer dinero y las condiciones del servicio se diseñan para alcanzar este objetivo. Aquellas comunidades alojadas en un sitio de esta naturaleza están subordinadas a un agente empresarial y éste impone una serie de condiciones sobre los contenidos generados por los usuarios como apropiarse de este material.
Resumiendo, creo que la economía de Internet ha logrado moldear gran parte de su dinámica social. Muchos sitios son gratuitos porque los modelos de pago fracasaron estrepitósamente y porque hay alguien dispuesto a pagar vía la publicidad por esta gratuidad. El hecho que en estos sitios se pueda compartir material no los aparta de la dinámica del mercado y por supuesto no los convierte en espacios libres de la lógica capitalista. Cerveza gratis no es socialismo.
Me parece que la discusión entra a una suerte de error conceptual que degenera en la duda de si es que la Internet socialista o no.
El punto central de todo el asunto, se concentra en una única palabra, a partir de la cual discurren como deducciones lógicas, los demás conceptos: LIBERTAD.
Como bien señalas Blawyer: “cerveza gratis no es socialismo”. Estoy de acuerdo contigo en este punto. El hecho que alguien más la esté pagando (vía publicidad por ejemplo), no significa que sea socialismo. Por el contrario, es la expresión máxima del libre mercado la que ha buscado la forma de satisfacer a los consumidores de la manera más eficiente, trasladando los costos a los anunciantes que al transmitir información al mercado respecto de los nuevos productos y sus bondades, lo dotan de mayor transparencia.
El hecho que existan bienes públicos no significa que estemos frente a un modelo socialista, sino que nos encontramos ante bienes no rivales y no excluyentes. Situación que se puede presentar tanto en los modelos del libre mercado, como en el comunismo.
Pero, el tema del socialismo o la libertad de mercado, no radica en la provisión gratuita de los bienes (que es una cuestión más de tipo económico). Sino en la libertad de su producción (que es una cuestión de tipo político). En el modelo socialista, las decisiones de qué, cómo y cuánto producir se adoptan centralmente (según lo que el Estado indique). En los modelos donde impera el libre mercado, el qué, cómo y cuánto, se determina de manera descentralizada (según las preferencias y decisiones libres de cada agente económico).
Hoy en día, la Internet ha facilitado la aparición de un nuevo actor social y económico: el PROSUMIDOR. Hoy más que nunca las decisiones del qué, cómo y cuánto se adoptan de manera descentralizada pues ya no solamente se le limita a la demanda a recibir lo que la oferta libremente determine (siguiendo las preferencias de consumidor), sino que además es el propio consumidor (de información) quien también puede asumir el rol de proveedor (de información). Si no te gusta GeoCities, los PROSUMIDORES crean una nueva red social. Si no te gusta Wikipedia, los PROSUMIDORES crearán una nueva enciclopedia.
No interesa si es que en Wikipedia los niveles de participación son mayores que en Geocities, Facebook, MySpace o Blogger (sitios administrados por una empresa). Lo que verdaderamente interesa es si existe o no LIBERTAD; y hoy como nunca antes en la historia de la humanidad, el PROSUMIDOR goza de una libertad sin precedentes. Gracias Web 2.0.
Alfredo Lindley-Russo
http://www.porpiedadintelectual.blogspot.com
Hola muchachos,
Les escribo porque quisiera que me ayudaran.
Yo tengo un blog de nombre «El Gato del Hortelano». El pasado Agosto gané en la categoría «Blog Peruano en el Extranjero» en el concurso 20 Blogs Peruanos.
El problema es que, el día de ayer, un señor de nombre Pedro Moisés Díaz Flores me escribió lo siguiente:
«Paso a poner en tu conocimiento que «EL GATO DEL HORTELANO» es la obra literaria que en su primera edición publiqué el 2008 con depósito legal No.2008-15353.Portales de la Biblioteca: http://www.bnp.gob.pe con derechos reservados por lo que quedo a la espera de tu comentario.
Atentamente.
Pedro Moisés Díaz Flores.
Cel. 056956028286.»
Entonces, debido a que no soy abogado ni estudio derecho (estudio economía y ciencias políticas), pedí consejo a José Alejandro Godoy (Desde el Tercer Piso), quien me dijo que el depósito legal no significa que el señor sea dueño de la marca «El Gato del Hortelano».
¿Qué es lo que tengo que hacer? ¿Debería registrar mi nombre en Indecopi? ¿Existe alguna razón legal por la que tendría que cambiar el nombre de mi blog?
¡Gracias!
Vale decir que mi blog lo empecé el 2 de setiembre del 2008. El señor publicó el libro el año pasado. No figura en Internet ni en ningún lado. No obstante, el señor si tiene un libro que se menciona en una página web.
He escrito a la BNP para que me den información, pero aún no cuento con respuesta alguna.
Muchas gracias.
Para saber si afecta el titulo de una obra protegida por derechos de autor, se necesitar saber si es que dicho titulo es original, lo cual es determinado por el INDECOPI.
Por otro lado, si on existiera infracción alguna, el nombre de un blog podría ser registrado como una marca…