«En todos lados se cuecen habas, menos en el Perú, donde sólo se cuecen habas»
«El cine peruano desaparece y no pasa nada»
«La especie humana ya mancó»
Armando Robles Godoy
Conocí —es un decir-, a Armando Robles Godoy (Nueva York, 1923 – Lima, 2010) en Chosica una mañana perdida de mediados de la década de los ochenta, cuando fui seleccionado con un grupo de chicos del colegio Santa Rosa para hacer de extra en una de las escenas de Sonata soledad (1987), filme calificado por el propio Robles Godoy como el más barato de la historia del cine (aquí).
Nunca pude ver la película. Es posible que las escenas que se filmaron en la Iglesia de Chosica no formen parte de la edición final. Lo ignoro. Gracias a Ricardo Bedoya sabemos que Sonata Soledad no se acogió al régimen de exhibición obligatoria para filmes nacionales vigente en la época, su estreno se llevó a cabo en la Filmoteca de Lima y sus exhibiciones posteriores se han realizado lejos del circuito comercial.(1) Me ha sido imposible conseguir una copia de la cinta.
El fallecimiento de Robles Godoy no ha pasado desapercibido en el medio local y a diferencia de otros alejamientos —César Calvo y José Watanabe nos dejaron con menos aspaviento-, han sido numerosos los comentarios sobre su obra cinematográfica y literaria. No es un secreto que fue en el mundo del cine donde Robles Godoy obtuvo los mayores reconocimientos. Su trabajo La muralla verde (1970) fue elegida por la revista Godard! como la mejor película peruana de todos los tiempos. Curioso es el Perú, que llora la muerte de uno de sus mejores cineastas cuando casi nadie ha visto sus películas y, más lamentable aún, corremos el riesgo de que no se puedan volver a apreciar jamás.
La filmografía de Robles Godoy no es particularmente abundante. La componen seis películas, 25 cortos y una telenovela de 100 capítulos que hizo en Colombia. Lo cual no es extraño, pues según el propio cineasta hacer una película en el Perú puede demorar más de diez años. El problema con la mayoría de estas cintas es que su conservación es muy compleja y con el paso del tiempo es necesario restaurarlas.
Para el rescate físico de la obra de Robles Godoy primero hay que ubicar los negativos. El cineasta reconoció tener una copia de La muralla verde. Isaac León Frías (Armando Robles Godoy: por una segunda vida) nos advierte que en Moscú hay una copia de En la selva no hay estrellas (1967), en Lima una de Espejismo (1973) y de Ganarás el pan (1964) y que existiría una copia en 16 mm y un video de Sonata Soledad.
El propio Isaac León plantea una serie de alternativas para viabilizar el proyecto. La iniciativa la podría canalizar la Filmoteca de la PUCP y los trabajos de restauración en los laboratorios de la Filmoteca de la UNAM o la Cinemateca Brasileira de Sao Paulo con fondos europeos. No es tarea fácil.
Los procesos de restauración de cintas cinematográficas de nitrato o acetato de celulosa son sumamente costosos. Un trabajo de esta naturaleza en L’Immagine Ritrovata de Bolonia puede costar entre 50 mil y 128 mil dólares y en la Filmoteca de la UNAM unos 16 mil. ¿Quién se atreverá a asumir estos gastos?
Con los derechos de autor nos hemos topado. Normalmente, la tarea de solventar los gastos de restauración de una cinta corresponde al titular de los derechos. Podemos citar el caso de la cinta ¡Qué bello es vivir! (It’s a Wonderful Life, 1946) de Frank Capra. Debido a un error, Republic Pictures no renovó los derechos sobre la cinta en 1974, de modo que pasó a dominio público. Para la década de los 80, habían varias versiones de la cinta todas ellas de una calidad terrible. Solo luego que los titulares de la música y del guión lograran ejercer sus derechos se logró que la cinta fuera restaurada. (2)
En este caso funcionó el mercado, los titulares de los derechos de autor restauraron una película de un innegable valor comercial. No pasa lo mismo, lamentablemente, con la obra de Robles Godoy, la cual tiene para mayores males una titularidad dispersa. El director señaló en una oportunidad que sólo era «dueño» de La muralla verde de la cual había sido también productor.
En este contexto no resultaría lógico que una institución privada, la Filmoteca de la PUCP o quien fuere, solvente los gastos de restauración si no va a poder realizar algún tipo de explotación sobre las películas de Robles Godoy, tampoco que los productores permitan su restauración sin obtener algún tipo de rédito, aunque es posible que en algún caso ya no estén interesados en rescatar sus inversiones.
La otra opción, la que parece la más lógica, es que el Estado invierta y que gracias a su aporte se pueda restaurar no sólo la obra de Robles Godoy sino la de nuestra história cinematográfica, en grave riesgo de perderse. Pero esta solución es utópica y forma parte de un problema más complejo sobre qué es lo que estamos haciendo proteger nuestro patrimonio cultural. El propio Robles Godoy nos graficó esta situación de forma particular: «¿Dónde están las películas? Si yo quiero ver en este momento… ver Kukuli… ¿Dónde mierda está?«.
Un documental de Discovery Channel sobre cómo se restauran las películas antiguas:
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Primera parte de una reciente entrevista a Robles Godoy:
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La secuencia final de La muralla verde:
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(1) Ricardo Bedoya: Armando Robles Godoy (1923-2010).
(2) MARTIN M., Scott. The Mythology of the Public Domain: Exploring the Myths Behind Attacks on the Duration of Copyright Protection. En: Loyola of Los Angeles Law Review. 2002, vol. 36:253.
Es posible hallar copias de Sonata Soledad en Polvos Azueles. Lamentablemente esa copia posiblemente es de un VHS, ya que está en mal estado; aunque es posible imaginar las partes en penumbra y apreciar la audacia y fantasía formales que la caracteriza. No sé de otra forma de poder verla. En mejores condiciones hay copia de La Muralla Verde y me han dicho de que ya hay copia disponible de Espejismo, pero no sé en qué condiciones.
Es altamente significativo sobre la naturaleza del Estado en el Perú que tenga que morir un gran artista para que se constate que su obra permanece casi desconocida y que no se haya hecho nada para preservarla, como ocurre con buena parte del patrimonio culatural de la nación. Y, en cambio, sea el sector informal el que ofrezca estos bienes culturales (y muchos otros) y de entretenimiento, a precios accesible.
Hola Antonio, tocas un tema espinoso y necesario, bien por eso.
Ahora que mencionas la película Kukuli, te cuento lo que sería una de las pocas experiencias de restauración y rescate de una película peruana. Luis Figueroa -uno de los directores de Kukuli- nos contó hace un tiempo () la odisea que significó rescatar esa película tan singular, para variar ocurrió por el empeño e inversión de extranjeros, en este caso del canal alemán ZDF, quienes corrieron con los gastos y entregaron una versión decente del filme, que ahora puede ser visto por todos. Es decir ¿es necesario que venga alguien de fuera y aprecie el valor documental, histórico de una película y se haga cargo de la restauración? pues la respuesta es si.
Ahora que nace un ministerio de cultura, que hay cierto auge del cine peruano y que las cifras macro económicas andan viento en popa, vendría bien poner este tema del rescate de nuestro patrimonio cultural -no sólo en su vertiente cinematográfica- como un tema pendiente. Entre tanto a ver las películas de Robles, que se consiguen en Polvos.
No sabia que habias sido extra en la penultima pelicula de Armando que es Sonata Soledad, ahora con la muerte de Armando la gente se da cuenta de la penosa realidad que vive el cine peruano. No es posible como decia Armando que el Cine Peruano este desapareciendo y nadie haga nada por salvar los trabajos de los cineastas mas antiguos, carecemos de una cultura cinematografica nacional. Lo que ha pasado con las peliculas de Armando es prueba de ello y no tiene perdon, peliculas olvidadas, solo sabemos de ellas de lo que hemos leido o por lo que ha dicho Armando sobre ellas en sus charlas en los centros culturales de Lima donde periodicamente lo invitaban.
De las seis peliculas que filmo Armando solo he visto una, Espejismo, recuerdo que la vi una madrugada en canal cuatro ya hace muchisimos anos, se (como tu lo has escrito) que muchas de ellas practicamente estan casi desaparecidas por diferentes razones, un poco por desidia del propio Armando y otra por un desinteres de las filmotecas de Lima que nunca les intereso hacer una retrospectiva de su obra, salvo la antigua Filmoteca de Barranco que periodicamente pasaba la Muralla Verde, en el 2007 proyecto la pelicula En La Selva no hay Estrellas que Armando la habia podido rescatar. La charla que hizo Armando ese dia se puede encontrar en Youtube, imperdible.
Sus ultimas dos peliculas nunca fueron proyectadas comercialmente tanto Sonata Soledad e Imposible Amor, el mercado comercial en el Peru le dio la espalda, lo margino, algo que nunca entendere para el director de la Muralla verde y de la unica pelicula peruana nominada al Globo de oro.
Armando tambien escribio y muy bien, novelas y cuentos, gano varios premios literarios. Uno de sus cuentos En la Selva no hay Estrellas fue llevada al cine por el, lamentablemente publico poco, esperemos que alguna editorial publique toda su obra escrita, el dijo en mas de una ocasion que la literatura era su verdadera pasion, y en sus ultimos anos fue a lo que mas se dedico.
Esperemos que ahora se haga una retrospectiva de su obra y se restauren sus peliculas y la de otros directores y esto sea el inicio de que el cine nacional recupere su historia, las palabras de Armando y su lucha habran valido la pena.
Gracias Quique por comentar.
Efectivamente, hice de extra en unas tomas de la película en la Iglesia de Santo Toribio. Estuve al lado del chico que hacía de Robles Godoy jóven. Como digo, ignoro si finalmente la toma apareció en la cinta.
De acuerdo contigo en que es imprescindible, no sólo la recuperación de su trabajo, sino hacer un esfuerzo por recuperar la memoria del cine nacional. Lamentablemente no creo que en los actuales momentos la cultura ocupe un lugar importante en la cotidianidad nacional, sin duda el Pisco y el ceviche tienen lugares más destacados.
Gracias Luis por comentar, también por darnos la oportunidad de corregir el nombre de Kukuli.
La historia de la recuperación de Kukuli es verdaderamente interesante y grafica bien lo complicado que puede ser recuperar los negativos y restaurar los trabajos.
Creo que es buen momento para emprender la recuperación de la breve obra de Robles Godoy, dentro de unos años será mucho más complicado y los materiales existentes pueden dañarse aún más.
Sobre tu pregunta de si es necesario que venga alguien de fuera para que se restaure una cinta, coincido contigo, el propio Isaac León Frías -a quien cito en la entreda- espera que la obra de Robles se recupere gracias al aporte de fondos extranjeros. Tan cierto como lamentable y desesperanzador.
Ojalá que el futuro flamante Ministerio de Cultura pueda hacer algo para recuperar nuestra memoria.
Cronicas de un bohemio miraflorino.
Sinceramente, la partida de Robles Godoy me llevó a los años 63-65 en Miraflores. Pensé primero en un breve artículo sobre Robles Godoy, ya que fue mi maestro de cine (por pocos meses), decidí escribir crónicas. Acabo de encontar vuestro blog y el articulo escrito sobre la situación del cine peruano. Tengo la esperanza que se encuentre una Institucion que se preocupe por nuestro cine. Estemos de acuerdo o no con el gobierno del Alan García, con la creación del Ministerio de Cultura, por lo menos es el primer paso en la dirección que muchos deseamos en nuestro país. Alan García se irá a pelar papas a Colombia o París, pero los que cultivamos la cultura peruana seremos los que visitaremos dicho ministerio en defensa de la Cultura Peruana.
Antonio Candela
Gracias por el dato Juan José, la póxima vez que vaya por Polvos Azules veré si puedo comprarla. tengo curiosidad por ver qué es lo que puedo encontrar. Seguro que el sector informal ya respondió rápidamente al penoso deceso de Armando Robles, con un combo o paquete de todo lo que se pueda encontrar del Director.
Antonio, efectivamente, ojalá el Ministerio de la Cultura mejore la situación y que el gobierno de turno le de la importancia (y presupuesto) que merece.