«En este mundo no hay nada seguro, salvo la muerte y pagar impuestos», es una conocida frase que se suele utilizar con relativa regularidad en películas y series de televisión. Por ejemplo, en la cinta ¿Conoces a Joe Black? (Meet Joe Black?, 1998) de Martin Brest, la muerte, metida en el cuerpo de un tal Joe Black (Brad Pitt) le espeta la cita de Franklin a Drew, a la sazón pretendiente a yerno (Jake Weber) del ricachón Bill Parrish (Anthony Hopkins). Finalmente, la muerte, actuando más como Caronte que como Hades, despacha a Parrish en medio de las celebraciones de su cumpleaños.
Pero no tan indulgentes parecen ser los franceses, al menos con la nueva administración socialista, la guillotina fiscal no deja de caer sobre toda actividad económica. A la pretendida tasa Nutella (que finalmente no se aprobó) y a las amenazas a Google, se suma un informe (aquí) del Consejo Superior del Audiovisual (Conseil supérieur de l’audiovisuel) que recomienda establecer las mismas cargas que tienen los servicios de VoD para páginas del tipo video-sharing como Youtube o Dailymotion.
Haciendo un poco de historia. El informe viene a cuento por el Decreto Nº 2010-1379 del 12 de noviembre de 2010, sobre los denominados servicios de medios audiovisuales a la carta (services de médias audiovisuels à la demande – SMAD), emitido sobre la base de la Ley de 30 de septiembre de 1986, sobre la libertad de comunicación. El Decreto dispone que el Consejo remitirá al Gobierno un informe sobre las medidas a tomar para adaptarse al cambio de los SMAD.
Para el Consejo, el problema surge desde que la Ley excluye de la definición de servicios SMAD a aquellos «consistentes en la prestación o distribución de contenido audiovisual generado por usuarios privados con el fin de compartirlo e intercambiarlo entre grupos de interés». Sin embargo, cada vez más empresas ofrecen sus contenidos audiovisuales en los sitios para compartir videos. Este sería el caso de Dailymotion, donde los titulares de los derechos del material audiovisual pueden abrir una cuenta para ofrecer al público su catálogo, así como también YouTube, que ha lanzado en Francia una gran cantidad de canales temáticos exclusivos.
Atendiendo al llamado de algunas empresas francesas, el Consejo advierte sobre el riesgo de distorsión de la competencia entre los SMAD establecidos en Francia respecto de otros servicios similares alojados fuera del territorio francés y que por ello se benefician de una fiscalidad más ligera. El Consejo identifica cuando menos dos distorsiones por esta situación: (i) regulatoria: el principio del país de establecimiento previsto en la Directiva, sitúa a los servicios audiovisuales bajo la responsabilidad del país miembro donde está establecido, la regulación de los servicios de televisión transnacionales es fácilmente eludida por los servicios en línea; (ii) impositiva: las tasas se establecen en función del país de establecimiento y no del país de consumo del material audiovisual.
En particular, al Consejo le preocuparían las cargas que tienen que asumir los SMAD franceses relacionados con la financiación del cine local. Se señala que si las páginas de video-sharing, alojan gran parte de contenido profesional proporcionado por los productores de vídeo, debían ser considerados como SMAD. Por tanto, el Consejo recomienda aplicar a los servicios brindados a través de páginas de video-sharing, las mismas cargas para financiar la producción de cine francés y europeo. No obstante, en el fondo, bajo la excusa de la disparidad fiscal, lo que pretende el CSA es que se le extiendan las competencias suficientes para regular estos sitios. Pero ahí no queda la cosa, el Consejo cree también que la venta de películas a través de iTunes, Sony Playstation Store o Xbox Live Microsoft entra también dentro de su campo de acción. Este no es el primer intento del Consejo para regular Internet, en el 2011 (aquí) se pronunció para que los canales on line ejecutaran un software de control parental de forma automática para cumplir con un reglamento para la protección de los niños.
Bajo estas circunstancias el hecho de cargar determinado tributo a las empresas de intercambio de videos sería el mal menor, la mayor perversión se haría al asimilar este servicio disponible libremente en Internet con los de la televisión tradicional. El sueño dorado de todo regulador audiovisual. De esta forma, bajo la competencia del Consejo se podrían imponer una serie de obligaciones que sólo prosperarían de forma efectiva si se realizan bloqueos sistemáticos y generalizados en la Red. Es claro que la burocracia estatal intentaría atacar tarde o temprano una de las últimas fronteras. ¿Se imaginan a Youtube sujeto a la supervisión de un regulador peruano? Cerraría de artrosis sobreregulatoria a los dos meses, ahogado en un mar de procedimientos farragosos, requerimientos de información y cientos de UITs en sanciones.
¿Y YouTube no viene acaso ahora preinstalado en todos los Smart Tvs, con la misma facilidad de uso con la que antes los sintonizadores traían los canales VHF del 1 al 13?
No hacer nada es precisamente una actitud negacionista ante los retos que plantea las nuevas tecnologías al derecho.
Si hacer que se cumpla la ley online, con controles para la protección al menor lo preocupa tanto porque es «el sueño dorado de todo regulador»; que no se haga nada y seguir poniendo publicidad y lucrando con la piratería, con la pornografía consumida por niños, con tutoriales para inyectarse heroína y todo ello además sin pagar impuestos, es el sueño dorado de Google que aparentemente Blawyer comparte. Una lástima.
Le Conseil sup rieur de l audiovisuel a oveurt une consultation publique sur le droit de diffusion de brefs extraits de retransmissions des comp titions sportives. Cette consultation publique est la premi re tape de la mise en uvre de la comp tence confi e au CSA par la loi du 1er f vrier 2012 visant renforcer l thique du sport et les droits des sportifs de fixer les conditions de diffusion des brefs extraits . Cette situation, qui rend difficile le travail des quipes des cha nes locales, est d autant moins compris par les t l spectateurs qui ne comprennent pas le peu de place, ou l absence d images sur des v nements se d roulant sur leur territoire. La notion de proximit , fer de lance des t l visions locales, dans le secteur sportif comme dans les autres domaines touchant le quotidien de nos t l spectateurs, doit trouver sa place dans un dispositif sp cifique pour les cha nes locales.