El nuevo número de la Revista Ideele publicada por el Instituto de Defensa Legal incluye un artículo mío sobre el siempre polémico Derecho al Olvido. En mi artículo, intento aterrizar lo que comprende y no comprende este debate desde un punto de vista pragmático más allá de esloganes o casos aislados.
Miguel Morachimo
Neutralidad de Red en Perú: una retrospectiva, en Derecho & Sociedad
El más reciente número de la Revista Derecho & Sociedad editada por estudiantes de la Universidad Católica incluye un artículo mío sobre la regulación de la Neutralidad de Red en Perú. En el artículo intento trazar la historia legislativa de este principio desde su más antigua referencia en el Reglamento de Calidad del año 2005 hasta su última materialización en el Reglamento de Neutralidad de Red de fines del año pasado. Sigue leyendo
Un vistazo al mundo de los iPhones robados en Lima
Como le ha pasado a casi todas las personas que conozco en Lima, hace unas semanas me robaron mi teléfono celular. Sucedió en la conglomeración de un concierto y la verdad no me di cuenta de cuándo pasó. Pero nunca pensé que eso me daría una experiencia de primera mano del sobre cómo funciona el bajo mundo de teléfonos robados en Perú.
Como cualquier usuario responsable de un iPhone, mi teléfono tenía dos medidas de seguridad contra terceros: una contraseña numérica de bloqueo y la modalidad de “Buscar mi iPhone”. Lo primero me daba la tranquilidad de que toda la información conservada en mi teléfono estaba cifrada y solo era accesible usando mi contraseña o mi huella digital. La configuración “Buscar mi iPhone” no solo permitía geolocalizar en tiempo real el equipo desde cualquier otro teléfono o computadora conectada a Internet, sino también bloquearlo o borrarlo remotamente si quería.[1]
Obviamente, lo primero que hice inmediatamente después de echarlo en falta fue colocarlo en “Modo Perdido”. Esto significa que el iPhone queda bloqueado, impedido de hacer o recibir llamadas, mensajes de texto o notificaciones de cualquier tipo. Además, todos los desplazamientos geográficos del equipo pasan a quedar registrados en un mapa y me eran notificados por correo. El equipo inmediatamente pasa a modo de ahorro de batería, no puede ser puesto en Modo Avión ni se puede apagar el WiFi, aunque sí puede ser apagado manualmente.
Buscando las raíces constitucionales de la Neutralidad de Red, en Gaceta Constitucional
El número 99 de la revista Gaceta Constitucional, actualmente en circulación, incluye nuevo un ensayo mío sobre Neutralidad de Red [PDF, 10 páginas].
A propósito de la propuesta de regulación de OSIPTEL, intento determinar cuál es el sustento constitucional de las normas sobre Neutralidad de Red. Para esto, luego de una breve explicación del tema, trato de identificar qué es aquello que realmente protegen las normas de Neutralidad de Red: (i) libre competencia; (ii) la confianza del usuario; (iii) libertad de expresión; o (iv) la innovación en la capa de contenidos de Internet. Sobre esta matriz, analizo la propuesta de OSIPTEL para determinar hasta qué punto es consistente con la Constitución y los valores que protege.[1]
¿Cómo participar del Foro Peruano de Gobernanza de Internet?
El Foro Peruano de Gobernanza de Internet se llevará a cabo este jueves 21 de abril desde las 9:30 am en las instalaciones del Centro Cultural de la Pontificia Unviersidad Católica del Perú en San Isidro, Lima en el auditorio ubicado en el quinto piso.
Trabajadores y privacidad, en Diálogo con la Jurisprudencia
El número en circulación de la revista Diálogo con la Jurisprudencia incluye una entrevista [PDF] que me hicieron sobre el siempre polémico tema del poder de fiscalización del empleador sobre la forma en que sus trabajadores usan las herramientas informáticas proporcionadas.
¿Hizo bien Ciudad de México al regular a Uber?
La semana pasada el gobierno de la Ciudad de México se convirtió en el primero en aprobar un marco regulatorio específico para aplicaciones como Uber en América Latina. Luego de una intensa protesta por parte de los taxistas formalmente registrados, el Gobierno no ha prohibido el servicio pero sí ha establecido reglas especiales para su operación. La nueva regulación establece un pago del 1,5% por cada viaje al gobierno, permisos anuales para los conductores y reglas sobre las condiciones de los automóviles. Yo creo que esta es una mala noticia por partida doble para los usuarios de estos servicios en Ciudad de México.
Bajo el nuevo marco, empresas como Cabify o Uber tendrán que pagar de entrada 300 dólares para tener derecho a empezar a operar en la ciudad. Además, cada uno de los conductores asociados al servicio tendrán que registrarse y pagar 100 dólares a la autoridad municipal antes de empezar a ofrecer el servicio y sus vehículos no podrán costar menos de 12 mil dólares, así como contar obligatoriamente con aire acondicionado y bolsas de aire. Finalmente, el 1.5% del costo de cada viaje que se realice tendrá que ser aportado obligatoriamente a un nuevo Fondo Público para el Taxi, la Movilidad y el Peatón. El Acuerdo de la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México no descarta la posibilidad de que este régimen se amplíe con el tiempo.
Un Derecho de código abierto
El movimiento del software de código abierto u open source, que surgió formalmente a inicios de los noventas y del que todos nos beneficiamos a diario al usar Internet, tiene muchísimo que enseñarnos a los abogados. [1] Al establecer sus principios, sus creadores no solo intentaban resolver el problema de cómo distribuir el software sino también el de cómo crearlo, mantenerlo y mejorarlo en forma colaborativa a lo largo del tiempo. En su aproximación hacia estos desafíos sentaron las reglas de un sistema de colaboración que ha sabido mantenerse por algunas décadas y ha influenciado otros espacios como la investigación científica, la producción cultural y hasta la moda. De espaldas a esta revolución, los operadores jurídicos nos hemos mantenido fieles a un sistema de producción normativo sacado de una época en que la circulación de información y la participación ciudadana eran totalmente distintas.
El advenimiento de la anticipada Neutralidad de Red para Estados Unidos
Aunque fue en Estados Unidos donde se inventó la Neutralidad de Red como concepto jurídico, hasta hace unas semanas ahí mismo parecía lejos de convertirse en una política regulatoria firme. Tras la liberalización del mercado de acceso a Internet de Banda Ancha hace más de quince años, la autoridad de telecomunicaciones de ese país había renunciado a la capacidad legal para imponer este tipo de reglas estrictas de no discriminación y estandarización de la oferta. En este blog hemos seguido desde hace más de seis años los distintos intentos de la Federal Communications Commission (FCC) por imponer alguna versión de estas reglas y sus correspondientes fracasos. Esta controversia podría haberse terminado hace unas semanas cuando la FCC aprobó extender su poder regulatorio sobre las conexiones de banda ancha e imponer en ese país uno de los regímenes más estrictos de Neutralidad de Red del mundo.
La definición de lo que entendemos por Neutralidad de Red plantea un serio problema de lenguaje y es objeto de debate incluso entre quienes defienden su obligatoriedad. Sin embargo, de forma general puede entenderse como el principio según el cual quien presta el servicio de acceso a Internet no puede establecer dentro de su red reglas particulares para tratar (mejor o peor) a distintos contenidos, aplicaciones, protocolos o servicios en línea. La discusión sobre su validez divide a quienes piensan que este principio debe de ser de consagrado en la ley de forma absoluta o relativa (con excepciones) y a quienes creen que las empresas deben de quedar libres para configurar y vender sus servicios como quieran. Desde su primer ensayo, esta definición ha ido expandiéndose para alcanzar también las obligaciones de transparencia de los proveedores de servicios respecto de sus prácticas de gestión de red y, más recientemente, los casos en los que la gestión de red no se da en en la última milla de la conexión sino a nivel de la interconexión entre proveedores de servicios y proveedores de contenidos.
Recomendaciones para comprar por Internet desde Perú — en serio
Tengo más de ocho años comprando con frecuencia todo tipo de cosas a través de Internet, en distintas páginas, con distintos medios de pago y con distintos resultados. Además, estudié seis años Derecho y he desarrollado una comprensión aceptable de cómo funciona una computadora conectada a Internet. Quizás por esto me vuelvo loco cada que leo artículos tontos en la prensa nacional con recomendaciones o precauciones para comprar por Internet. La mayoría de las veces se usan como fuentes a fabricantes de antivirus (su recomendación: comprar un antivirus), emprendedores de medios de pago (su recomendación: usar su medio de pago, aceptado solo en tiendas peruanas) o se entrevista a opinólogos que en treinta segundos dejan claro que lo único que compran por Internet son pasajes de avión que encima van a pagar a un supermercado cuidando que nadie los siga.
Estoy lejísimos de ser un experto en seguridad informática o en fraude por Internet. Y lo cierto es que si el sistema de venta por Internet funciona bien no debería de requerir que nadie sea un experto en estos temas para usarlo. Sin embargo, he aprendido algunas cosas con la experiencia que quiero compartir con ustedes.