Eric Goldman es Profesor Asociado de la Escuela de Derecho de Santa Clara University, donde enseña el curso de Cyberlaw desde hace varios años, también dirige el Instituto de Derecho de Alta Tecnología de la Facultad. Es conocido por sus trabajos en el campo de los Derechos de Autor y las nuevas tecnologías. Parte de su experiencia docente se encuentra plasmada en un artículo publicado en Saint Louis University Law Journal, Teaching Cyberlaw, 2008 (Vol. 52:749), el cual reseñaremos brevemente a continuación.
El primer tema que aborda Goldman en su artículo es por qué un curso de Derecho e Internet. Para resolver esta cuestión hecha mano de la ya famosa conferencia del Juez Frank H. Easterbrook (Cyberspace and the Law of the Horse) en el Legal Forum organizado por la Universidad de Chicago en 1996, En aquella oportunidad, Easterbrook ponía en duda la utilidad de un «Derecho del ciberespacio», afirmando que era tan útil como una «Ley del caballo». Pero muchas cosas han cambiado desde entonces. En los últimos años, los legisladores han regulado con entusiasmo el mundo de Internet promulgando un extenso cuerpo legal aplicable al ciberespacio. Estas regulaciones no siempre están de la mano con los principios tradicionales del derecho común. Un abogado que domine con solvencia los principios jurídicos generales no estaría lo suficientemente versado en el derecho cibernético moderno.
Resulta difícil determinar cuál fue el curso pionero de Cyberlaw de forma precisa. En la década de 1980, algunas escuelas de leyes ofrecían un curso de «Derecho Informático» de derecho sustantivo o «Informática y la Ley» sobre el uso de las computadoras en una práctica legal. Sin embargo, a partir de la década de 1990, las escuelas de leyes ofrecieron cursos específicamente centrados en el derecho de las comunicaciones en red. Hoy en día, más de la mitad de las escuelas de Derecho de los Estados Unidos ofrecen al menos un curso Cyberlaw.
A diferencia de lo que ocurre con otras áreas de Derecho, el Cyberlaw cambia rápida y constantemente. Goldaman cita como ejemplo que durante la década de 1990, tuvo que cambiar rutinariamente entre un tercio y la mitad de sus materiales de enseñanza cada año. El Cyberlaw evoluciona mucho más rápidamente que la mayoría de las doctrinas jurídicas. Lo cual impone una presión importante sobre los autores y editores de libros de casos. Como resultado, los profesores de Cyberderecho sienten que, para mantenerse al día con los nuevos desarrollos, tienen que involucrarse personalmente, tal vez más que en otras áreas doctrinales.
Un problema que suele aparecer a lo largo del curso es que los estudiantes suelen tener niveles muy heterogéneos de sofisticación tecnológica. Pueden convivir en un semestre, por un lado alumnos con importantes conocimiento de software altamente motivados, y por otro, usuarios casuales de Internet, los cuales se suelen intimidar por el sesgo tecnológica del curso y el nivel de los compañeros más preparados. Sin embargo, Goldman cree que esta mezcla puede llevar a lo que el llama «una excelente fertilización cruzada de ideas», pero también constituye un reto importante al momento de diseñar un curso que satisfaga a ambas audiencias.
En lo que se refiere a la metodología, aún cuando el Cyberlaw es rico en la utilización de instrumentos digitales, tales como las capturas de pantalla de los sitios web que dieron lugar a los litigios. Lamentablemente, cuando un caso llega a las aulas, por lo general el sitio web ha cambiado o está desconectado. Afortunadamente, para Goldman, la Wayback Machine puede ayudar a resucitar algunos sitios web.
Por otro lado, el curso de Cyberlaw se presta para la experimentación de desarrollos interactivos en línea:
• listas de e-mail / Foros / Blogs. Una lista de correo electrónico, un tablón de anuncios o un blog, puede permitir que el profesor difunda los contenidos a los estudiantes entre las sesiones de clase o permitir que los estudiantes interactúen entre ellos en línea, extendiendo la discusión fuera del horario de clase.
• Wikis. Las Wikis pueden ayudar a desarrollar y editar conjuntamente documentos.
• Mundos Virtuales. Los mundos virtuales pueden proporcionar un entorno en línea para la interacción estudiante – profesor o entre los estudiantes. Los mundos virtuales son un laboratorio interesante para experimentar con los principios de curso.
Para finalizar, creo que nos encontramos con un interesante artículo que todos aquellos que dedican parte de sus esfuerzos a enseñar Cyberlaw -en cualquiera de sus variantes- deberían revisar.