Una de las noticias más sonadas en la prensa mundial esta semana fue, sin duda, el deceso de Michael Jackson. Más allá de la conmoción ocurrida entre fanáticos y no fanáticos del divo, me quedé pensando sobre la relación tan estrecha que ha tenido el conocido rey del pop con las leyes en vida y que se prolongará post-mortem.
Sobre los procesos judiciales en los que se le acusó de abusar de menores edad ya se habló largo y tendido. Es más existe una sentencia firme que lo declaró inocente (ver aquí). Sin embargo es cierto que representaron un hito en la vida del artista, así como una factura por honorarios a sus abogados probablemente bastante elevada. No vamos a comentar los resultados de dicho proceso judicial, ya que ello escapa al objeto del presente artículo, sin embargo resulta interesante ver como estas celebridades artísticas requieren una constante asesoría legal ya que están expuestos a demandas de todo tipo. Demandas que van desde cuestionamientos plagio hasta aquellas que tienen que ver con aspectos más personales.
Otro tema quizás más vigente está relacionado con las contingencias legales que deja Jackson post-mortem en relación con sus negocios y empresas. Según un reciente artículo de CNN, Jackson «falleció con una deuda de 400 millones de dólares (mdd), aunque a lo largo de su vida obtuvo ganancias por poco más de 700 mdd, gracias a la venta de discos y regalías por los derechos del catálogo que poseía con la música de los Beatles«. Por lo general celebridades como Jackson, encargan la administración de sus bienes a sociedades fiduciarias, es decir, entidades encargadas de administrar su patrimonio. Dependiendo de la estructura societaria de dichas empresas, estas incluso podrían enfrentar posibles cuestionamientos de tipo concursal en caso caigan en una situación de insolvencia. Sin embargo, es posible también que el fallecimiento del divo genere diversas oportunidades de negocio que le permitan afrontar la crisis financiera que dejó como legado. Dicha línea de negocio podría basarse en el merchandising, lanzamiento de producciones inéditas, licenciamiento y regalías generadas por derechos de autor o derechos conexos, entre otros.
La cancelación de la gira «This is it», gira que regresaría a Jackson a los escenarios y que le hubiera permitido generar cuantiosos ingresos a fin de enfrentar la crisis financiera que vivía, abre diversos frentes. Probablemente la principal afectada es la empresa AEG, empresa promotora y organizadora de la gira. Según un reciente artículo de «La Crónica», «por cada uno de los conciertos, Michael ganaría un millón de dólares, pero AEG Live perderá unos 360 millones de dólares invertidos en la organización y promoción del evento». No es dificil imaginar la cantidad de negociaciones/eventuales procesos judiciales que tendrá que enfrentar dicha empresa, frente a todos sus proveedores. Ello sin contar los eventuales cuestionamientos por parte de quienes compraron entradas para el espectáculo y que probablemente tengan como sustento las normas de protección al consumidor. El monto de entradas a reembolsar por parte de la empresa organizadora, según Billboard, es de 85 millones de dólares. Sin embargo tal como comentaba, en calidad de consuelo, a un amigo peruano que compró entradas para uno de los conciertos de Jackson en Londres (cada entrada costó 80 euros), posiblemente éstas dupliquen su valor en el futuro al convertirse en un elemento para coleccionistas. Según este interesante artículo del blog THR, Esq, la empresa de seguros de AEG estaría a la espera de los resultados de la autopsia de Jackson a fin de verificar si la muerte califica como accidental y la póliza puede cubrir las pérdidas generadas a la empresa por el fallecimiento del artista.
Las preguntas siguen apareciendo ¿quién quedará con la patria potestad de los hijos de Jackson?¿como se manejarán los temas sucesorios frente a las millonarias deudas pendientes? Los cuestionamientos legales post-mortem a Jackson seguirán dando qué hablar y ya nos estaremos enterando a través de la prensa de nuevos casos relacionados con algunos de los temas esbozados en el presente artículo.
No quiero terminar el artículo sin antes trasladar el ejemplo de Jackson al caso de Alicia Delgado, conocida cantante folclórica que falleció el mismo día aunque bajo circunstancias más trágicas. La primera pregunta que se presenta es ¿cómo se manejan estos temas en nuestro país? Probablemente Alicia Delgado no haya facturado a lo largo de su vida artística los millones de Jackson, sin embargo estamos seguros que la cantidad de conciertos y negocios vinculados manejados por la artista pueden codearse con los más altos del país en su rubro. Lo cierto es que nuestro país tiene un marco normativo tan bueno o incluso mejor que el estadounidense, sin embargo, eso no es todo. Es altamente probable que, dada la informalidad con que opera el mercado del entretenimiento local, los problemas legales puedan revestir complejidades de tipo probatorio. Todo parte por adecuada planificación económica y legal de los negocios artísticos desde que estos son concebidos. Ello no quiere decir que estén libre de riegos o contingencias pero en todo caso las atenuan o reducen considerablemente.
Por el momento, y para pasar el trago amargo, los dejamos con la propuesta de Radio Capital ya que va bien con el cierre de este artículo.